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UNA COCINA DE DROGA PUEDE PROCESAR HASTA 100 KILOS DE COCAINA POR DIA. UN NEGOCIO MILLONARIO. EN CADA VILLA O ASENTAMIENTO EXISTE UNA. CUADRAS Y MANZANAS  CON DUEÑO. BANDAS DE COLOMBIANOS, MEXICANOS Y PERUANOS MAS GRUPOS LOCALES ESTAN EN LA ARGENTINA PARA QUEDARSE.
Un policía muerto en un operativo en villa “La Matera”, el hijo asesinado de una de las fundadoras de “Las madres del Paco” y una cifra que estremece: se sospecha que 250 “cocinas” de droga funcionan en villas del conurbano y la capital federal. Cada tanto las noticias dan cuenta de allanamientos en busca de pasta base y Paco, pese a los operativos la apuesta de los narcotraficantes se sigue redoblando.
Las cifras oficiales aseguran que en la argentina existen unos 120.000 adictos a la pasta base. De hecho una estadística marca que cada tres días un adicto al Paco muere en el conurbano. Los números no cierran, cuando se sabe que el 60 % de los adictos a esta droga letal roba para drogarse.
En los últimos tiempos los robos y delitos en los que participan menores tienen una constante: finales violentos, muerte y sangre.
En muchos casos son los propios vecinos los que conocen el movimiento habitual del barrio, cada uno sabe en una villa de emergencia donde se corta y vende droga. Es más cada villa en la ciudad tiene dueño: En la 1 .11.14 los peruanos hacen su negocio, se dedican al corte de cocaína y por ende al destilado de la basura de la droga, el paco. Los colombianos están por todo pilar, los mexicanos se reparten Puerto Madero y los grupos locales regentean asentamientos del sur de la provincia.
Los números están a la vista: en 2001 se descubrieron 6 cocinas de droga, en todo 2002 y 2003 fueron 21, en 2004 allanaron 22 cocinas, y en 2006 y 2007 fueron más de 30 por año.
El negocia es millonario, tantos millones mueve la droga en la argentina que ya se fabrica en la argentina un kilo de cocaína de máxima pureza por 10.000 dólares y se vende al exterior por u$s 100.000 a Europa. A tanto llega la organización de “un llamado desde hace años-supuesto- país de transito, que los correos más utilizados por los narcos han llevado la cantidad de detenciones a valores record. Las “mulas” que transportan la droga elaborada en el país o la que ingresa aquí se multiplicaron exponencialmente, tanto que en todo 2008 hubo 260 detenidos, 100 más que en 2007.
El Paco produce una euforia transitoria, angustia y psicosis grave. Empezó a ser consumido después de la crisis de 2001. Desde entonces, su consumo no para de crecer. Cada dosis de Paco pesa entre 0,01 y 0,03 gramos, y cuesta entre 5 y 10 pesos. Su fraccionamiento es engañoso para el consumidor: es barato por unidad, pero la adicción lo hace comprar más y más dosis. Llegan a consumidor hasta 70 por día. La realidad es que un gramo de Paco puede costar entre 500 y 1.000 pesos, mientras que un gramo de clorhidrato de cocaína está alrededor de 50 pesos. Su comercio mueve más de 1.300 millones de pesos cada año, por lo que supera las ganancias de varias industrias legales, como la discográfica o la del cine. Y no hay un único cartel que lo domine.



EN CENTROS DE SALUD SE TRIPLICAN CASOS ADICTOS AL “PACO” - PASTA BASE DE COCAÍNA
BUENOS AIRES (EFE) - Los hospitales de Buenos Aires triplicaron el año pasado el número de casos atendidos de adictos a una droga barata hecha con residuos de pasta de cocaína conocida como “Paco”. Los centros de salud habían atendido en 2008 a 302 personas por esta adicción, mientras que en 2009 ascendieron a unos mil los pacientes consumidores de “Paco”, indicaron las autoridades. La atención por este mal representó el año pasado el tres por ciento del total de las consultas que recibieron los hospitales de la ciudad argentina y se convirtió además en la segunda causa de adicción en los centros de salud, detrás del alcohol, y al menos diez jóvenes al día son hospitalizados en la capital argentina con graves daños por su adicción a los residuos de la pasta de cocaína. El Paco, o pasta base, es una de las drogas más adictivas y perjudiciales. Claramente vinculada a la pobreza y la marginalidad, en los últimos años empezó a dañar a jóvenes de estratos sociales no tan bajos, pues esta droga ha empezado a ser consumida por jóvenes de la clase media.
La ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, “la cuestión del Paco es parte de la problemática general del crecimiento de las adicciones, que viene de hace años y tiene que ver con que el consumo se fue naturalizando y que muchos chicos no tienen proyectos de vida ni núcleos familiares que los contengan”. “En los últimos años empezamos a ver más casos de chicos que consumen 'Paco', pero que no son de estratos sociales tan bajos”, advirtió la presidenta de la Fundación Convivir, Mercedes Aranguren. De todas formas, el consumo del “Paco” afecta especialmente a la población joven en las villas pobres o chabolas de la provincia de Buenos Aires, que rodea a la capital federal, la más poblada del país con unos 15 millones de habitantes.


 
 
 

El "paco" aumentó diez veces en 15 años

La presencia de la droga conocida como paco en las villas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires aumentó diez veces en los últimos años, donde "el 80 por ciento de sus residentes tiene vínculo" con esa sustancia.

"Creció la violencia en torno al paco, es cierto, pero también la producción de esa droga, que se fabrica con mucho corte. Hay paco en cantidad en todas las villas", señaló el especialista en seguridad Luis Vicat, en declaraciones a un matutino porteño.

El experto aseguró que "el paco está omnipresente en estos lugares donde se lo comercializa, incluso en casas y comercios humildes como pueden ser almacenes o verdulerías, negocios en los cuales una pizarra que anuncia simplemente se ‘vende’ indica que allí es posible comprar esta droga".

"La masividad del consumo en las villas prescinde de dealers definidos y casi cualquier consumidor es a la vez distribuidor a terceros", agregó.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Adicciones y Narcotráfico de la legislatura bonaerenses, Sebastián Cinquerrui, afirmó que el crecimiento del "paco es exponencial" y estimó que desde que empezó a instalarse el desecho de la pasta base a mediados de los noventa hasta ahora el aumento del consumo de esta sustancia es diez veces mayor".

El legislador de la Coalición Cívica explicó que el avance del paco en el Conurbano fue tan grande que "se generalizó" y aseguró que "cuando uno va a los barrios, villas y asentamientos el 80 por ciento de sus residentes tiene vínculo" con esa sustancia.

"La respuesta habitual que se encuentra cuando recorremos esos barrios es que acá todos fuman paco".

En cuanto a la lucha que se da en la villas, Vicat sostuvo que "encuadra más en una guerra de pandillas" que en una lucha de elementos del narcotráfico y lo definió como una situación mucho más cercana al enfrentamiento entre maras que a las hostilidades entre carteles pesados de la droga